Anasi es la materialización de un sueño que empezó hace varios años… hoy es un motivo de orgullo y gran satisfacción para mí ver a Anasi formada y estructurada más allá de cómo me imaginé que fuera. Seguir un sueño y verlo realizado, la fuerza, la dedicación el amor y la disciplina para seguir trabajando en él y hacerlo cada vez mejor.
He bailado siempre, desde muy niña; Ballet Clásico, Folclor Nacional e Internacional, siempre ha existido en mi ese especial interés por la danza. Un día conozco la Danza Árabe. En al año 2000 empecé a tomar clases de Danza Samkya como un pasatiempo, como esa actividad adicional a mi rutina, al estudio o al trabajo, pasatiempo que poco a poco se fue convirtiendo en algo más importante y grande en mi vida. En la medida en que conocía más sobre la Danza Árabe me fui enamorando, no solo de su belleza, también de todos los beneficios que esta iba trayendo a mi vida en todos los aspectos. Me certifico como profesora de Danzas Orientales en el año 2000 empezando así una hermosa etapa de mi vida.
Las primeras clases de Danza Árabe de Anasi fueron dictadas en la Sede Nacional de Uniandinos (Asociación de Egresados de la Universidad de Los Andes), se fue creando así el primer grupo de alumnas de Anasi, con quienes aún hoy tenemos una bonita y estrecha relación, simultáneamente dictaba clases en la ciudad de Villavicencio, gracias al apoyo de mi muy querida amiga Sandra Ortegón, con quien hicimos un grupo de alumnas muy lindo y bailamos juntas durante más de un año.
La primera sede de la Academia Anasi se inauguró en el año 2007 en Chía (Cundinamarca), donde hicimos un salón espectacular al cual asistieron varios alumnos a clases de danza árabe, yoga, bailes y talleres de crecimiento y mejoramiento de vida.
En mayo el año 2010 la Academia Anasi es trasladada a Bogotá, donde empieza una nueva etapa de crecimiento y fortalecimiento. Dado el crecimiento que tuvimos en ese tiempo, en noviembre del mismo año estrenamos sede independiente de Anasi donde se estuvimos por 8 años.
En el año 2019, llegan nuevos cambios, que como siempre, son caminos de evolución, de crecimiento y movimiento, y aunque al llegar cambios fuertes, es difícil entenderlos, hoy agradezco cada momento, cada tropiezo y lo que todos estos cambios significaron. Anasi dio un giro importante, en el que pudimos volver a la esencia, a la conexión mágica, especial y diferente que genera esta danza, dejando de lado el lugar, el salón, los eventos, y recordando el alma, la conexión con nuestra feminidad, con el movimiento, y reconociendo que podemos cambiar el mundo ¡UNA DANZA A LA VEZ!
Hoy, Anasi es esta unión hermosa de mujeres conectadas por una pasión, por la magia, sensualidad y belleza de la danza árabe, quienes nos regalamos un espacio único para bailar, compartir, expresar, soñar, sentir, vivir nuestra feminidad de una manera libre, empoderante y transformadora.